Edward Leedskalnin era un emigrante de Letonia, que vino a
probar suerte a USA.
Era aficionado a la escultura.
Durante su vida, cuando tenía 26 años se enamoró de una
chica llamada Agnes Suffs, con la cual se comprometió, cabe aclarar que ella
tenía 16 años. La chica lo abandonó y este fue el inicio de la construcción del
Castillo de coral.
Con el dolor de la partida de su "dulce
dieciséis", Edward tenía la esperanza de que ella volviera, y a manera de
homenaje, talló y construyo el castillo de coral.
Conformado por varios monolitos con un peso de más de una tonelada, Edward fue
tallando y colocando las piezas de una forma arquitectónica.
Se dice que él mismo aseguraba que, había construido este parque "Gracias
a que él sabía el secreto de los egipcios con la que construyeron las
pirámides".
Decía que hacía menos pesadas las piedras gracias a que,
podía manejar e incluso invertir la polaridad del magnetismo de las piedras,
haciendo una especie de repulsión, como la que se hace cuando juntas dos imanes
del mismo modo, ayudándole a que "flotaran".
Muchos niños que veían a Edward construyendo y apilando,
afirmaron que lo hacía de noche, y que veían como milagrosamente "Flotaban
como si fueran globos".
Existen incluso folletos que Leedskalnin publicó en
periódicos, en donde afirmaba que el magnetismo podía ser manipulado, de tal
forma que podría invertirse la polaridad para hacer flotar las cosas, muy
increíble y difícil de creer.
Actualmente podemos ver y realizar experimentos de magnetismo y levitación de
objetos pequeños.
Al final, la chica Agnes nunca regresó y quedó el castillo para la posteridad.
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